Y hoy, 38 años después, nuestros hermanos portugueses, como nosotros mismos, se encuentran intervenidos y sumidos en un estado deficitario. Recortes y ajustes.
¿Cómo podemos luchar contra un mercado sin rostro?
El mercado no tiene rostro pero los que nos gobiernan tienen mucha cara.
Ya no podemos protestar contra un tirano pero una mano invisible nos aprieta, nos esclaviza. Nos quita la casa, nos hace perder calidad de vida. Hay suicidios diarios en Francia o Italia, Grecia o Portugal.
Ni siquiera tenemos culpables. A cadena perpetua condenados por un amo sin rostro, cantaba Luis Pastor. Esa es mi sensación. Me aburre que jueguen conmigo, con las condiciones laborales que tanto trabajo nos ha costado conseguir, con el futuro de miles de jóvenes, con el futuro negro que nos pintan para apretarnos más, con el miedo que nos imponen a golpes de bolsas y primas de riesgo, de ibex 35.
Amparados en un lenguaje de sinónimos y etimologías confusas nos nublan el conocimiento. Democracia es gobierno del pueblo.
¿De quién? Ajustar no es recortar. ¿Seguro?
Esclavos de sus números y de sus presupuestos. Una ligera modificación en una cifra produce una especulación directa sobre tu trabajo, tu familia.
La esperanza se diluye porque no hay enemigo enfrente. Información manipulada. Globos sondas continuos. Estado inestable. Cirros y cúmulos contaminados. No es un sistema frontal que produzca perturbaciones. Es la calima subsahariana que me produce bochorno. Bochorno y asco.
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