martes, 31 de enero de 2012

UN PUNTO DEL PLACER

 El placer tiene unos puntos insospechados.
Como una suave caricia de unas manos delicadas sentí sobre mi. La respiración comenzó a ser más rápida. Una exquisita embriaguez se apoderó de mis sentidos. Por segunda vez lo había logrado. No lo olvidaré jamás. A la satisfacción personal se une el placer de lo inconmensurable.
El placer tiene unos puntos insospechados.
Sobre mi lengua noté el dulce sabor de un líquido que no es descriptible con palabras. Mi cuerpo se ungió de un delicado perfume que, unido al calor que nacía dentro de mi, me convertía en el hombre más feliz de los mortales.
Una sensación tórrida inundó mi paladar. Ron, coco y miel con suave aroma a canela.
Mis músculos lasos aguantaban con heroicidad la situación porque la palabra hazaña fortalecía mi espíritu. 
SI. SI. SI. SI.¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!
En la misma semana y por segunda vez había logrado emparejar todos los calcetines. El tendedero estaba vacío y todos los calcetines convenientemente emparejados. 
El placer tiene unos puntos insospechados.

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