ER CASIANO AGOTA. |
Se respira en Garganta la Olla de otra manera. Huele a agua fresca, al o fres que dicen los franceses de la Francia. Huele a chimenea, a humo, a montaña, a cascada. Por cierto, pá que dije cascada. Ya er Casiano se convirtió en un disparatao. Cuando vio en la tienda la trompetilla de pregonero que había, ya hizo su primera gracia:
- Mamáaaaaa, por quéeeeee papaaaaaaa, matóoooooo al preeeeegoneroOOOOOO?
Y ya se fue subiendo subiendo. ¿Cómo dice que se llama er pueblo? Y el otro, Cuezco de qué. Y así una serie de escatologías de tercer grado que tuvieron un fatal desenlace cuando por hacerle una foto a un carté que ponía "ona de ano" la cámara se le cayó y er Casiano se quedó sin móvi. Y a partí de ahí ya recuperó su tontería habituá. Argunas veces tiene que ocurrí un hecho lastimoso pá que te centres. Tuve que llevármelo a un bar y hasta que no lo invité a tres cervezas estuvo mustio y descolorio. Son los afaires de los zafaries.
- Pó sabes que te digo, Entendio? Que me siento más libre sin móvi, ca si la parienta ni me llama ni ná. Anda, invítame a un gin toni que ya no quiero más cerveza y me queda un poco de pena.
Y lo tuve quinvitá.
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