
Como todo tiene cara A y cara B me he llevado a este viaje a Ian Guahson por aquello del idioma y al Entendío con er Casiano para que me den una visión más castiza de lo que ven allí. Imagino que cuando se le pase la euforia a uno y el mosqueo a los otros dos, podré publicar algo de esta inolvidable experiencia.
Intentaré ser neutral y no participar en sus comentarios pero mucho me temo que la parte negativa se decantará un poco más por culpa mía. Fui de viaje en cuerpo pero no en alma, estaba demasiado enredado en los arreglos y en el trabajo de este verano. Se debe viajar con cuerpo y alma. En Bristol estaban de fiestas y el gentío era inmenso. Cuando la ciudad se calmó, la ciudad ganó en belleza. O tal vez me calmé yo (aunque seguí igual de feo).

Y lo mejor, como siempre, ir con personas entregadas que preguntan lo que tú no puedes preguntar, conducen por donde tú no conduces y hacen lo que tú no haces.
Y este es el vídreo, digo el bodrio.
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