De cosas simples está hecha la felicidad. Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas. ¿A dónde van? cantaba Silvio.
Lo mismo que un árbol en tiempos de otoño se queda sin hojas. La vida sigue, decimos habitualmente. Sigamos. A la carga.
Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón. Parece que olvidamos, pero no. Es tan corto el amor, es tan largo el olvido. Esa persona que se nos fue, esa muerte que vemos como irremediable.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida. La vida está hecha de jirones del alma. Preciosa canción. ¡Me recuerda tantas cosas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario