Una coma es una coma. Cantaba Sabina en zumo de neón dame, dame música idiota y zumo de neón, contra la depresión.
Yo llevo unos días con el blog cerrado por reforma (reforma de mi casa, no del blog que esto no hay quien lo reforme) y aunque me está echando una mano Miguel Agujetas esto no se acaba nunca.
La música que disfrutamos últimamente es la música idiota. Esa música que escucha una y es igual a la siguiente. Música idiota.
Yo, a mi mismo, me pido música, y el idiota es un epíteto cariñoso que me gusta ponerme... que me pone... que me pongo.
Entre brochazo monto un vídeo y lo pongo. Y la verdad que me reitero que en quince minutos de música cabe un mundo. Todos los vídeos que he montado con la cara A o B los estoy escuchando y cantando porque me sé cada una de las palabras. Tal vez por eso no ha dejado de llover.
El disco de Paco Ibáñez a Brassens tenía quemada la cara B porque a mi hermano no le gusta ni Paco Ibáñez ni Brassens, pero es un tanto obsesivo. La cara A la tenemos casi sin estrenar. Y sin embargo... (siempre hay un embargo) hoy es la que prefiero.
El disco Babel de Aute lo veía entonces como que Aute se estaba comercializando y había hecho un disco para todos los públicos. Mi semiintekigencia y mi pseudointelectualidad me engañaban. El disco es la expresión humorística de un gran artista, una válvula de escape de todo su ingenio. Los arreglos son muy buenos y las letras también. El trato que le hace al yankee go home es genial porque lo interpreta desde ese lado.
Del disco de Paco Ibáñez A FLOR DE TIEMPO tengo la primera carpeta que es preciosa. Luego hizo otra un tanto más infantil. Me influyó mucho este disco, los romances españoles, el humor del Arcipreste de Hita. Fue grande e inteligente el cambio que supo hacer Paco de cantar "canción protesta" (término con el que nunca he estado de acuerdo) a cantar estas canciones. Comenzaba el disco con una canción que hoy si me gusta y que hace 30 años no: TRISTE HISTORIA. Después el romance del conde Niño y otro que aún me gustaba más: Romance del pastor desesperado. Para terminar con los Consejos para un galán, tal vez machista, tal vez borde pero genial si la encuadramos en los juglares que iban de plaza en plaza a contar historias.
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