domingo, 13 de mayo de 2012

IAN GUAHSON Y EL ANALISIS DE LAS FIESTAS TÍPICAS ANDALUZAS: LA FERIA.

IAN GUAHSON
El interés por todo lo español en las islas europeas, provoca que cada año vengan estudiosos hispanitas a conocer nuestras costumbres y fiestas populares.
Tal vez sea la feria la más destacable. El dolor de la semana santa y toda la pasión arraigada da pie, nunca mejor dicho,  a un calzado novedoso.
Ian Guahson, primo segundo de la estirpe de Ian Gibson, no se quiso decantar por Federico pero su interés por todo lo hispánico es patente. Tiene algunas patentes definidas en el seguimiento del carnaval andaluz y para que realice un análisis riguroso y objetivo lo he contratado durante cuatro días de feria. Me prometió que al terminar la feria el domingo 14 me mandaría las crónicas. Se ve que la típica puntualidad inglesa es incompatible con el "fino" sentido de la diversión, dicho sea fino como epíteto épico del alborozo.

Un momento. Suena el fax. Parece que está entrando algo... Pues mañana lo publico. 
Que no tengo tinta a color. Pues mañana de mañana.

Ian Guahson. Corresponsal en la feria de Andalucía.
He estado cuatro días recorriendo las casetas y enganches de la feria y reconozco que he terminado con enganche a las casetas.
Comencé odiando estas fiestas por el calor y porque siguen ancladas en la tradición y no evolucionan nada. 
Las primeras ferias eran de ganado y así me encontraba yo: deganado. No tenía interés en nada. Calor. Trajes típicos que eran la réplica del famoso embutido serrano o una pieza de barro. Una mujer en un traje de gitana semeja tal vez un morcón o tal vez una tinaja. Todo estaba fuera de contexto.
Un traje incómodo con muchos volantes sinuosos e incómodos.
Y el caballo como figura estelar. No me cuadra que un animal de cuadra se erija en protagonista. Baba y moñigas. Resoplidos espantosos.
A la primera botella de fino  me invitó un grupo de ciudadanos enchaquetados orgullosos de su fiesta que te hacen descubrir que en este mundo todo es vanidad. La feria sigue anclada en unos patrones de señorío andaluz y resplandor de alcurnia. Todo andaluz aspira a ser señorito.
Salí de la caseta y la visión de un grupo de hermosas señoritas y el efecto embriagador del fino sobre mi ser me hicieron replantearme la fiesta: realmente es maravilloso que en menos de un kilómetro cuadrado haya tanta alegría. Todo el mundo baila contento una melodía sencilla que se repite al compás. Tras una ardua tarea de investigación supe que eran sevillanas. Se baila la primera, la segunda, la tercera y la cuarta y vuelta a empezar. Dicen lo mismo, dicen que las sevillanas dicen lo mismo. Dicen lo mismo. Con estas breves pautas aprendí el baile. Es fácil. Pones cara de compungido y que te comerías a tu pareja, te acercas a ella con los brazos levantados y giras. Pero no te la comes. Das la vuelta y otra vez. Imagino que el pollo del asador sentiría lo mismo si pudiera sentir. Aunque al menos al pollo no le ponen sevillanas. 
Las bellas señoritas no me invitaron a nada porque estaban más cortitas que una semana de cuatro días. Pero yo sé cuando tengo que gastar dinero aunque sea inglés y pedí dos medias para las nueve señoritas y mi. Yo me bebí una y ellas se repartieron la otra media. Hay que saber invitar sin caer en el derroche. 
Hipidos de fino llegaban a mi boca y la lengua se hinchaba por momento. Mis brazos se alzaban y mi boca jaleaba a las chicas. Yo mismo me acercaba con los brazos levantados como si fuera a darme un festín. Mi boca con morritos era la sensualidad pura o impura. Todo es diversión. Que viva la feria y la fiera que llevas dentro. Los efluvios del fino se apoderan de todo tu cuerpo. La cabeza se te va y se te viene. El corazón se te acelera y los pasos pierden coordinación.
Sin querer o queriendo te rozas con la muchacha que baila a tu lado o con el camarero que lleva tres jarras de rebujito, bebida espirituosa para engañar la acidez del vino con refresco dulce que se te sube igualmente a la cabeza con espasmos de alucinaciones. Las jarras caen. 
La sevillana gira. La caseta gira. La feria gira. Todo gira. Un asador de pollos monumental. Y sevillanas.
Grandiosa fiesta que nos hace a todos iguales. ¿Iguales a qué? It is de question.
¡Viva la feria!¡Viva mi Andalucía!¡Viva mi pueblo!
Andalucía guapa, gitana, mujer morena. Despierta hija. 
El amor es un viento que igual viene que va. Un monstruo se apodera de mi estómago. Ingravidez total.
Esto es un frenesí. Yo también necesito un friend o algo así.
Todo es muy vonito. Guaaaffff. Vomito todo es. Guaaafff.

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