No hay ná mejó que lo de siempre y lo directo. En mi caso las migas y unos amigos de tó la vía, torreznillos y migas.
Ayer hicimos migas. Con vino y huevos. Y evidentemente salió el tema de los huevos que al Casiano no le habían costao ná porque tiene gallinas pero nos la dejó caé:



- ¡Coño!, ha dicho er Juanjo. Las gallinas deprimías ¿y los chinos? Esos si que viven apretaos y naide dice ná. Aquí lo que hay es mucha hiporcresía.

- Tú eres tonto, entendio. Si las gallinas vivieran como el rey de España los huevos saldrían mú caros.
- ¡Eh, qué el rey no pone huevo!, intervino el Jesús pá limar asperezas, que dicen los finos.
Y todos nos reímos un buen rato, quizá por los efluvios der vino.
El Jesús aprovechó pá darnos una clase magistrá.
- Ahora es que hay mucha gente que no quiere hacé sufrí a los animales y no quieren comé ná de los animales. Se llaman veganos y la verdá es que las condiciones de las gallinas son lamentables porque están apretujás y hay gallinas muertas mezclas con las vivas y tó es un asco.
- Amo a vé, Jesús, le repuso el Casiano. Si los belganos no quieren comé gallinas que se queden en Bélgica. Pero a mi me han pedío que le ponga cortinitas a las gallinas. Si yo duermo sin persianas ¿por qué se las voy a poné a las gallinas? Manda güevos, que dijo Javier Arenas.
- ¡Qué bruto eres, Casiano! Anda hijo, acaba las migas y cómete los cinco huevos que han quedao, así, apretujaos.
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