No hay ná mejó que lo de siempre y lo directo. En mi caso las migas y unos amigos de tó la vía, torreznillos y migas.
Ayer hicimos migas. Con vino y huevos. Y evidentemente salió el tema de los huevos que al Casiano no le habían costao ná porque tiene gallinas pero nos la dejó caé:
- Señores, que yo pongo los güevos y los güevos han subío al doble. Ya mis gallinas no corren por el campo. Ahora necesitan dos kilómetros pá corré.
¡La madre que parió ar Casiano! Tiene una era de catorce hectáreas y cuatro gallinas. Así que sus gallinas cumplen con las normas que establece la comunidad económica europea.
Pero Jesús, que es mú leído y mú escribido, dice que en Europa las gallinas viven mú mal y que los ecologistas han protestao porque las gallinas están deprimías.
- ¡Coño!, ha dicho er Juanjo. Las gallinas deprimías ¿y los chinos? Esos si que viven apretaos y naide dice ná. Aquí lo que hay es mucha hiporcresía.
- ¿Y por qué las gallinas no pueden viví mejón? pregunté yo con mi simpleza habituá
- Tú eres tonto, entendio. Si las gallinas vivieran como el rey de España los huevos saldrían mú caros.
- ¡Eh, qué el rey no pone huevo!, intervino el Jesús pá limar asperezas, que dicen los finos.
Y todos nos reímos un buen rato, quizá por los efluvios der vino.
El Jesús aprovechó pá darnos una clase magistrá.
- Ahora es que hay mucha gente que no quiere hacé sufrí a los animales y no quieren comé ná de los animales. Se llaman veganos y la verdá es que las condiciones de las gallinas son lamentables porque están apretujás y hay gallinas muertas mezclas con las vivas y tó es un asco.
- Amo a vé, Jesús, le repuso el Casiano. Si los belganos no quieren comé gallinas que se queden en Bélgica. Pero a mi me han pedío que le ponga cortinitas a las gallinas. Si yo duermo sin persianas ¿por qué se las voy a poné a las gallinas? Manda güevos, que dijo Javier Arenas.
- ¡Qué bruto eres, Casiano! Anda hijo, acaba las migas y cómete los cinco huevos que han quedao, así, apretujaos.
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