narices.
En el pueblo decimos que cuando la vaca no tiene ná que hacé con el rabo caza moscas. Pó se vé que los japoneses son vacas desocupadas. Cuando ya me han pelao las patillas y he llegao a la peña se han reío de mi como siempre y yo les he contao lo que he leío. Ya el Jesús había leío la noticia y había buscao algo de la diastema que ahora está de moda. Por lo visto se hace con fines eróticos porque pone cachondo. Ojú la que se ha líao con lo que pone cachondo. El Casiano, que se ha pillao por ahi 42 enfermedades de las que ponen cachondo le ha dicho al Jesús.
- Pó yo prefiero ponerme cachondo en la peña con dos vinos. Solo de imaginarme esos dientes me vengo abajo.
- ¡Pero no seáis catetos! ha dicho el Jesús. Eso sirve pá darle morbo a las relaciones. Tú te imaginas un cunilingus con los dientes separaos y no es lo mismo.
- ¿Cuni qué? Han dicho tres o cuatro al unísono. Osease, a la vez.
- Pues que los dientes así es como un pirzin en la lengua, que vale pá da gusto.
- ¿Un pirzin? Si eso es lo que sa puesto mi hija en la oreja que sepas que eso no da gusto. Que la dejao la oreja como un coladó. El Juanjo es que estaba indignao. Por lo visto la hija se hizo 8 agujericos en la oreja y la tenía como un coladó. Y el novio de la hija se hizo uno en la lengua que se le infectó y no te veas la lengua. Se le puso como una lengua de vaca cuando lleva seis días en la nevera. Y es que los jóvenes confunden lo esótico con lo exotérico. Tienen tantas ganas de tené su identidad, sus señas de identidá y su carné de identidá que hacen cualquier cosa. Hasta agujerearse. O retorcerse los dientes.
Y como hemos discutío media hora y los chatos de valdepeñas ya iban por seis o siete por cabeza per capita allí estaba tó el mundo echando barbaridades por la boca. Y el Jesús, pá recuperá el monopolio y el centro de interés, ha sacao a relucí otra noveda.
- Pó ahora ya pronto vamos a llevá tó los tíos sujetadó.
- ¿Sujetadó? ¡Y pa qué? ¡Si no tenemos tetas!
- Bueno, eso tú. Pero los japoneses dicen que eso les pone. Y el Jesús nos ha enseñao una foto que llevaba recortá.
¡¡¡¡¡Que nos hemos empezaó a reí y nos ha salío el valdepeñas por la nariz!!!!
Igualito igualito que el Casiano, con rasgos más orientales pero igualito que el Casiano. ¡¡¡¡Qué bueno!!!! El Casiano tiene los pechos así, como este japoné, porque de joven comió mucho filete de pollo con hormonas. Pero el Casiano es un cachondo y como se pone piripi se levanta la camiseta y se magrea el pezón poniendo cara de gusto. En el mundo hay 5000 millones de personas o algunos más pero algunos están repetios. Este tío es el Casiano propiamente dicho.
- ¡¡¡Yo no me pongo cachondo con Madame Sudoku!!! ha dicho el Juanjo. A mi me gustan las mujeres mujeres.
Y el Jesú, que es mú cuco, le ha enseñao esta:
- ¿A que te gusta esta?
- A esta me la como yo hasta sin dientes.
- Pó que sepas que es un chico y se llama Andrej Pejic y está poniéndose sujetadores pá lucí el pecho.
- ¡Redios! Con la güena que está. Nadie es quien paece.
Y hemos salido todos del bar pá irnos a comé con los dientes torcidos y con la idea de ponernos un sujetadó a vé si nos queda como al Pejic Mijatovic este.
No hay comentarios:
Publicar un comentario