También falta autocrítica. Por eso yo hubiera elegido un verso de esta maravillosa canción de Serrat "con los vientos en contra va el ciudadano, los bolsillos temblando y el alma en cueros. Hablando a gritos, golpeando los adjetivos precipitamente. Asfixiados en los humos y en las gestiones. Se cruzan y entrecruzan, sordos e indiferentes, a salvo en sus caparazones."
Hubiera sido una canción preciosa de campaña. Porque no ha perdido actualidad. Sin embargo, ver a Felipe, Alfonso, Rubalcaba y Griñán juntitos si parece el "Regreso al pasado cuatro" Renovarse o morir. Es preferible dejar a los demás que renueven.
Ahí tenemos al pobre Blanco al que van a matar a indirectas: "Para ser ministro hay que estar minimamente preparado" "Blanco y en botella".
Me acuerdo del gran Facundo Cabral cuando contaba que su tío era un racista horroroso y afirmaba que un negro en la nieve era un blanco perfecto. Pues me temo que en estas elecciones, turrón de chocolate, que sabe a Navidad, todos van a tener el mismo Blanco.
No vendría mal un guiño, un decir Basta y vamos a hacer las cosas de otro modo. La sensación de que se están haciendo ricos. Hoy me ha llegado esta foto y tiene su pizca de gracia pero sobre todo tiene un kilo de sensación de que esto lo piensa mucha gente.
Yo sigo con ciudadano:
A quién le importarán
tus deudas y tus deudores
o los achaques de tus mayores.
Así reviente el señor
de miedo o de soledad.
Con Dios ciudadano
ya te apañarás.
Mira, ese sería un buen lema
"YA TE APAÑARÁS"
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