martes, 22 de noviembre de 2011

CHAQUE JOUR UNE CHANSON: LLEGAR A VIEJO


Los abuelillos están cabreados y no les falta razón. Los hijos lo utilizan y llegar a viejo, como canta magistralmente Serrat, es angustioso. Las nuevas condiciones laborales obligan a buscar a alguien que atiende a los hijos.
Hay un poco de egoísmo porque lo queremos todo.
Hay un poco de ceguera porque no calculamos lo que perdemos.
El estudio "Abuelos y abuelas... para todo. Percepción en torno a la educación y el cuidado de los nietos" es maravilloso. 
1. Un 50 % de los abuelos se encargan de sus nietos.
2. Se parte de una situación tópica: los nietos son para disfrutarlos. Pero es mentira.
3. Los abuelos pasan tanto tiempo con los nietos que se convierten en los educadores.
4. Además de realizar esta labor, muchas veces se llevan la regañina porque los consienten demasiado o porque "te dije que no le compraras eso" No saben con qué criterio educar, si con el suyo o con el de su hijo.
5. Insatisfacción por la vida en general: "Cuidamos de nuestros hijos, cuidamos de nuestros nietos y sospechamos que nadie va a preocuparse de cuidarnos a nosotros."
Todo esto lo recoge este preciso estudio. Pero yo que lo vengo observando desde hace algunos años, veo muchas consecuencias en la forma de ser de los niños de hoy que se derivan de esta circunstancia.
Un niño consentido es un dolor de muela. Pues entiendo además que los abuelos, hartos ya de estar hartos, consientan y le den de comer lo que al niño le apetezca.
En el ROMANCERO "EL CUÑAO" aparece la infancia de este personaje criado por sus abuelos.
Léelo y dime si no tengo razón.
Y los abuelos en el cenit de su vida, con dolores, con tristezas, con la pérdida de seres queridos, aguantan el temporal, se levantan temprano, recogen a los nietos, lo llevan al colegio, están pendientes por si se ponen malito, le preparan la comida (y las comidas), los aguantan por la tarde correteando por la casa y chupándoles sus escasas energías, se quedan con ellos los fines de semana y en vacaciones... y encima aguantan al yerno a la nuera que cuando se van llevan mala cara y dicen por lo bajini:
- No tienen guasa tus padres.
Me duele que alargar la vida sea en muchos casos alargar el sufrimiento. Sufren los padres por ver tantas cosas que no entienden, tanta incomprensión, tanto egoísmo. Acostumbrados a ver que un padre es pá cinco hijos y que cinco hijos no son pá un padre.
Progresamos, sí. Pero dejamos muchas cosas en el camino. En fin, un 10 para Serrat por la letra de esta canción.

Si se llevasen el miedo,
y nos dejasen lo bailado
para enfrentar el presente...
Si se llegase entrenado
y con ánimo suficiente...

Y después de darlo todo
- en justa correspondencia -
todo estuviese pagado
y el carné de jubilado
abriese todas las puertas...

Quizá llegar a viejo
Sería más llevadero,
Más confortable,
Más duradero.

Si el ayer no se olvidase tan aprisa...
Si tuviesen más cuidado en donde pisan...

Si se viviese entre amigos
que al menos de vez en cuando
pasasen una pelota...
Si el cansancio y la derrota
no supiesen tan amargo...

Si fuesen poniendo luces
en el camino, a medida
que el corazón se acobarda...
y los ángeles de la guarda
diesen señales de vida...

Quizá llegar a viejo
Sería más razonable,
más apacible,
más transitable.

¡Ay, si la veteranía fuese un grado...!
Si no se llegase huérfano a ese trago...

Si tuviese más ventajas
y menos inconvenientes...
Si el alma se apasionase,
el cuerpo se alborotase,
y las piernas respondiesen...

Y del pedazo de cielo
reservado para cuando
toca entregar el equipo,
repartiesen anticipos
a los más necesitados...

Quizá llegar a viejo
sería todo un progreso,
un buen remate,
un final con beso.

En lugar de arrinconarlos en la historia,
convertidos en fantasmas con memoria...

Si no estuviese tan oscuro
a la vuelta de la esquina...
O simplemente si todos
entendiésemos que todos
llevamos un viejo encima.

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