Recuerdo mucho las lecturas que hice en el colegio. Se me pegaron a la conciencia, en mi caso inconsciencia, y parecen grabadas con aguja.
Una de ellas era de un rey desgraciado que le recetaron para ser feliz la camisa de un hombre feliz.
El rey buscó y buscó pero a nadie encontró. Finalmente dio con un panadero, feliz con su vida su familia y su trabajo. Pero no tenía camisa.
La felicidad es ese estado momentáneo. La tristeza también.
Como la vida está cargada de emociones me gusta recordar a Carlos Cano y especialmente esta canción que trata de todo eso
No hay comentarios:
Publicar un comentario